Contenido
Paul Cézanne (1839 y 1906) fue un artista y pintor francés conocido como un artista posimpresionista cuya obra introdujo nuevas formas de representación e influyó en los movimientos artísticos de principios del siglo XX. Cézanne a menudo se considera el puente entre el impresionismo y el cubismo. Si bien sus primeros trabajos estuvieron influenciados por el romanticismo y el realismo, desarrolló un nuevo estilo a través del estudio del impresionismo. Cambió las reglas tradicionales del arte académico al enfatizar la estructura subyacente de los objetos y las cualidades formales del arte, utilizando planos de color y pequeñas pinceladas para crear campos complejos.
La juventud de Paul Cézanne
Paul Cézanne nació el 19 de enero de 1839, hijo de Louis-Auguste Cézanne, un destacado empresario y banquero de Aix-en-Provence. Su madre era Anne-Elizabeth-Honorine Auburt. Paul obtuvo buenos resultados en la escuela y ganó un premio de pintura.
¿Buscas Material para Dibujo?
Block Canson XL Marker
$349.00
Block Marquilla Pinto 20 hojas
$115.00 – $194.00
Estudió dibujo a partir de 1856 y luego derecho en la universidad de Aix, pero tras estudiar con el pintor Joseph Gibert en su tiempo libre, en abril de 1861, tomó la trascendental decisión de trasladarse a París y convertirse en artista. Paul estudió en la prestigiosa Académie Suisse, donde tenía como compañeros a futuros impresionistas como Claude Monet (1840-1926) y Pissaro.
Las primeras obras de Cézanne irradiaban un romanticismo desenfrenado, algo de erotismo y cierta violencia. Durante sus visitas al Museo del Louvre, Cézanne se sintió inspirado por las obras de grandes artistas como Diego Velázquez y el italiano Caravaggio, aunque a los cinco meses de su estancia en París su vocación sufrió un vuelco al considerar que su técnica distaba mucho de ser tan buena como la del resto de aprendices.
Por lo que decidió regresar a su ciudad natal, pero sin abandonar la idea del arte y volvió a ingresar en la Escuela Municipal de Dibujo de Aix. En noviembre de 1862, Paul Cézanne regresó a París e intentó establecerse como artista, en gran medida de forma autodidacta (fracasó en el examen de acceso a la École des Beaux-Arts). Su padre, aunque no apoyaba del todo la idea de que su hijo se convirtiera en un pintor, le otorgó una asignación mensual que le permitió perseguir su sueño.
Cézanne y su constante intento de ingresar al Salón
A Cézanne, como a muchos otros artistas de vanguardia, le resultó difícil adentrarse en el mundo del arte, pues las obras que presentaba en el Salón eran rechazadas. En 1863, después de que muchos futuros grandes artistas fueran rechazados por el Salón Oficial, se organizó una exposición especial, el Salon des Refusés (el “Salón de los rechazados”). En esta exposición Cézanne presentó un desnudo femenino, seleccionado por el artista como un reto que incitaría comentarios. Fue una pequeña victoria contra las convenciones, pero el sistema del Salón era difícil de penetrar.
En abril de 1874, Cézanne participó con un cuadro en la primera exposición de artistas independientes de París, su “La casa del ahorcado” (1873). La exposición incluía muchos tipos de obras y varias de otros impresionistas como Monet, Edgar Degas, Pissaro y Pierre-Auguste Renoir. Por este motivo, se la conoce como la primera exposición impresionista. Esta exposición duró un mes, recibió hasta 4000 visitas.
Cézanne volvió a estar representado en la tercera exposición impresionista de 1877 en París, donde expuso 16 cuadros. Una vez más, los críticos conservadores ridiculizaron a los pintores impresionistas. Aun así, Cézanne nunca renunció al Salón. En 1882, por fin consiguió que uno de sus cuadros fuera aceptado por el Salón, pero sería la única vez en su carrera después de muchos, muchos rechazos. Al igual que otros impresionistas, Cézanne fue objeto de críticas severas e implacables por parte de los críticos de arte, que simplemente no podían entender sus cuadros.
Los múltiples cambios en su estilo
En un principio se vio influenciado por el arte que lo rodeaba. Muchas de las iglesias y museos de Aix estaban repletos de pinturas barrocas de temática religiosa y oscura. Sin embargo, Paul Cézanne estaba especialmente influenciado por el poder del arte renacentista, con su sentido del dramatismo, sus fondos oscuros y sus fuertes contrastes de color. También influyeron artistas como Eugène Delacroix (1798-1863), exponente del Romanticismo.
Cézanne, como muchos grandes artistas, hizo evolucionar su estilo a lo largo de los años. Otro tema popular que recorrió la carrera del artista fue pintar grupos de bañistas masculinos y femeninos. El artista también retrató a muchos de sus amigos y conocidos. Un ejemplo es el “Retrato de Victor Chocquet en un sillón” (1877).
Por otro lado, gracias a las lecciones aprendidas de Pisarro, Cézanne empezó a pintar al aire libre y sus obras experimentaron un cambio en sus colores. En cierto Paul Cézanne sintió la necesidad de encontrar algo nuevo que definiera su propio estilo, esto lo apartó de los impresionistas, e incluso del mundo.
No solo fue en busca de la luz, como hacían sus colegas impresionistas, sino también de la geometría. El artista se vio se vio sumergido en el postimpresionismo y especialmente interesado en los bodegones de manzanas, logrando destacar por la gran cantidad de sus cuadros de naturaleza muerta en las que la figura principal era esta fruta y no por sus obras de retratos o paisaje que fueron considerados distorsionados y primitivos por la crítica contemporánea.
En sus bodegones, Cézanne pintaba los objetos como si éstos pudieran rozarse y mezclarse, disolverse en una armonía de color y representar situaciones de la vida cotidiana. Asimismo, Paul Cézanne no dibujaba previamente sus figuras, sino que pintaba directamente sobre la tela. El artista modelaba con el color y, a diferencia de los demás pintores impresionistas, intentó mostrar el color real de lo que pintaba. Hasta aquel momento la representación del espacio en la pintura se había logrado mediante la perspectiva y los claroscuros, en cambio Cézanne trató la luz como una forma de interpretar el espacio, utilizó el color para iluminar y sugerir volumen.
Un aspecto interesante de Paul Cézanne es que era un pintor muy inseguro y hermético, al punto que sus representaciones humanas sufrían constantes retoques y hacía posar a sus modelos incontables veces, siendo por este motivo muy escasos quienes se prestaron a ello.
Su obsesión por la pintura lo condujo a su fin
En 1895, Paul Cézanne consiguió montar su primera exposición individual gracias a la ayuda del marchante de arte Ambroise Vollard, no obstante, resultó ser un fracaso total. Aun así, con el tiempo el arte de Cézanne creció en profundidad, en color y en composición.
Entre 1890 y 1905, el artista francés produjo obras maestras, una tras otra: diez variaciones del “Mont Sainte-Victoire”, tres versiones del “Chico con un chaleco rojo”, innumerables imágenes de naturalezas muertas y la serie “Bañistas”, en la que intentó volver a la tradición clásica del desnudo y explorar su efecto escultórico en relación con el paisaje. Estos cuadros muestran claramente la progresión del artista hacia su objetivo; son cada vez menos realistas, los colores crean la dimensión espacial y la naturaleza se destila en formas geométricas.
Obsesionado con su trabajo, Paul Cézanne quería pintar el campo, captar todos sus colores y su belleza. Mientras pintaba perdía la noción del tiempo de tal forma que un día de otoño de 1906, en que se encontraba pintando frente al monte Santa Victoria, estalló una tormenta y, más tarde, dos hombres lo encontraron tirado en el suelo, inconsciente. Cuando despertó preguntó si ya había salido el sol para volver al campo a seguir pintando. Aquel día tras estar bastante tiempo expuesto a las malas condiciones climáticas contrajo una pulmonía que acabó con su vida el 22 de octubre de 1906.
Un año después de su muerte, 57 obras de Cézanne formaron parte del Salón de Otoño. Inspirarían a toda una nueva generación de artistas, entre ellos Pablo Picasso y Henri Matisse. Picasso atribuyó directamente a Paul Cézanne ser una de sus inspiraciones en el desarrollo del cubismo. Asimismo, Picasso, Matisse y otros describieron con frecuencia a Cézanne como “el padre de todos nosotros”.
Obras de Paul Cézanne
- Panes y huevos (1865)
- El padre del artista (1866)
- Retrato del tío Dominique (1866)
- El rapto (1867)
- Retrato de Achille Emperaire (1867-1868)
- La orgía (1867-1872)
- Reloj de mármol negro (1869-1870)
- Pastoral (1870)
- El asesinato (1870)
- La casa del ahorcado (1872-1873)
- Vista de Auvers (1873)
- Una moderna Olimpia (1873-74)
- Bañistas (1874-1875)
- Señora Cézanne en la butaca roja (1877)
- Naturaleza muerta de la sopera (1877)
- Naturaleza muerta del jarrón y de las frutas (1877)
- El puente de Maincy (1879-1880)
- Tres bañistas (1879-1882)
- Rocas en L’Estaque (1882-1885)
- La montaña de Sainte Victoire (1885-1887)
- Vista del pueblo de Gardanne (1886)
- Martes de Carnaval (1888)
- Arlequín (1889-1890)
- Los jugadores de naipes (5 versiones entre 1890 y 1895)
- Mujer con cafetera (1890-1895)
- Naturaleza muerta con manzanas y naranjas (1895-1900)
- Bodegón con cebollas (1895-1900)
- La montaña de Sainte-Victoire, vista desde Bibémus (1898-1900)
- Las grandes bañistas (1904-1906)
- La Montagne Sainte-Victoire et le Château Noir (1904-1906)
- Las grandes bañistas (1906)
Bibliografía
Cartwright, M. (2022, 9 de marzo). Paul Cézanne. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-20627/paul-cezanne/
Mattei, S. (2023, 29 de mayo). PAUL CEZANNE. Recuperado de https://www.artmajeur.com/es/magazine/5-historia-del-arte/paul-cezanne/333406
Sadurní, J. (2023, 18 de enero). paul cézanne, el padre de la pintura moderna. Historia National Geographic. Recuperado de https://historia.nationalgeographic.com.es/a/paul-cezanne-el-padre-de-la-pintura-moderna_16112
Únete a nuestro canal